Por Patricia López López / @PatriciaLp79

Cuadros de Joaquín Sorolla, esculturas de Medardo Rosso y fotografías de Mathieu Pernot estarán expuestas al público hasta el 7 de enero de 2024 en las salas de la Fundación Mapfre del Paseo de Recoletos de Madrid. Para «ofrecer a los espectadores obras de distintas disciplinas artísticas».


Las tres exposiciones, que comenzaron a finales de septiembre y que concluirán a principios de enero, son individuales, no están conectadas entre sí, cada una es localizable en una sala o espacio distinto con el fin de que el espectador pueda disfrutar y analizar todas y cada una de las creaciones sin mezclar movimientos o ideas. Accediendo tanto a una sola como a las tres en el mismo periodo de tiempo.

Los veranos de Sorolla


Gracias al Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla podemos disfrutar de 40 obras, reunidas por la comisaria Casilda Ybarra Satrústegui, del principal maestro del Impresionismo Español a finales del siglo XIX y principios del XX. Una presentación convocada debido al centenario del fallecimiento del pintor. Sorolla será siempre definido por la superación, la alegría y la resiliencia de sus cuadros. A lo largo de su vida, pasó por diferentes etapas pictóricas, en este caso, Mapfre ha querido exponer su etapa veraniega, escenas mayoritariamente de playa en una única sección. Obras como Niñas en el mar, Niños bañándose, Nadadora, Jávea…


Las muestras se presentan para apreciar la luz de la costa, los efectos atmosféricos, el color, la calidez, el paisaje… Principalmente de las zonas mediterráneas y cantábricas, llegando a entender la visión del verano español que Sorolla quería representar y transmitir en sus cuadros. Un concepto o unas ilustraciones tan reales que, en ocasiones, se llega a conectar plenamente con ello, una reproducción perfecta debido al gran contacto prematuro del pintor con la fotografía.


Según la comisaria Casilda : «El conjunto de obras aquí reunido muestra, pues, cómo la temática del verano permite seguir la evolución de la pintura de Sorolla y apreciar la modernidad que alcanza su lenguaje plástico. Como cierre de ese itinerario, encontramos al pintor en la última etapa de su carrera, cuando, en los paréntesis del gran esfuerzo que le supone el encargo de la Visión de España para la Hispanic Society of America, halla el descanso precisamente en la elaboración de escenas de trabajo y ocio en el mar, deleitándose de nuevo en su tema predilecto».

Niñas en el mar es un cuadro de una escena cotidiana de la vida, donde dos niñas de distintas edades dentro del agua hasta las pantorrillas observan muy concentradas lo que tienen en sus pies. La obra transmite ternura y cariño en esa unión de las manos entre las pequeñas. Sorolla plasma una situación común con delicadeza y armonía, una pintura que te traslada, como si realmente las estuvieras viendo en la playa y te preocuparas por ellas. Otra pieza de la exposición que también es destacable entre las demás es Nadadora, Jávea, en ella, se halla, con gran detallismo y sutileza, una mujer nadando entre aguas tranquilas. Transmite naturalidad, genera belleza, sensibilidad y encanto con el movimiento.

Nadadora, Jávea de Sorolla, 1905


En ambas creaciones se pueden notar las características del movimiento impresionista en su pintura densa, gruesa, en forma de coma del agua, en ser un paisaje marino, también en los colores primarios, secundarios y complementarios, principalmente el azul y amarillo, en el gran uso de la luz, fundamental en ambas partes, junto con la composición de un encuadre audaz y el mencionado acercamiento destacable del autor con la fotografía.

Medardo Rosso. Pionero de la escultura moderna


Más de 300 obras de Medardo Rosso, tanto esculturas como fotografías y dibujos, están a nuestra disposición visual en favor del propio Museo Medardo Rosso y de la Comisaria Gloria Moure. Mapfre comparte con el espectador un recorrido de la transformación de la escultura moderna de finales del siglo XIX hasta principios del XX. Un desarrollo dado por Rosso, quien quiso modificar la forma de crear de la antigua academia y perseguir la idea de innovación, una actualización de composición que se trataba de tomar, variar, modificar muchas veces su trabajo sobre las mismas obras, dándoles sentido y vida, captando las emociones humanas. Por lo que cada creación, era distinta y única a la anterior, aún naciendo todas de una primera impresión.


Rosso acabó cautivado por el impresionismo francés, entablando contacto con otros escultores como Rodin o Modigliani, adquiriendo nuevos conocimientos, juicios o pensamientos reflejados en su nueva creación italiana que, asimismo, influenció años después en otros artistas como Brancussi, Giacometti o Fontana.

Conversación en el Jardín de Rosso, 1893


El recorrido no sigue una secuencia cronológica, sino que más bien se centra en los mejores grupos escultóricos que el artista ha realizado. Como se observa a la largo de la exhibición, sus modelos figurativos, hechos en yeso y cera, no son personas históricas, ni seres intelectuales de la época, sino individuos comunes, anónimos, llamados según el propio autor «héroes de la vida moderna» como por ejemplo El Bambino hebreo, La mujer que ríe, La conversación en el jardín, La edad de oro…

La conversación en el jardín es una escultura donde se encuentran tres personajes dialogando entre sí, dos de ellos sentados y uno de pie. Al igual que con la mayoría de sus creaciones, Rosso elaboró la obra a partir de su base, estableciendo poco a poco unas formas y un entorno con unas figuras vagamente modeladas. Un proceso creativo que explora una y otra vez las diferencias de esculpir, dejando, como los pintores impresionistas, una escultura que a simple vista se ve inacabada o incompleta.

Documento/Monumento. Mathieu Pernot


En honor al fotógrafo Mathieu Pernot y a la comisaria Victoria del Val, Mapfre ofrece visualmente más de 300 imágenes y libros del propio artista. Una selección, en la que, principalmente, se encuentran «Los Gorgan», una familia que ha terminado siendo el primordial foco artístico de Pernot, debido a su magnetismo y su paso por la comunidad gitana a lo largo de los siglos.


Durante la exhibición, se observan imágenes de clubes de boxeo de Marsella de 1994, seguidas de fotografías de edificios destruidos de Beirut en los 2000, junto con las voladuras de edificios suburbiales franceses, además de collages artísticos y series de Melilla. Un recorrido digno de enseñar al público debido a los más de 30 años de esfuerzo y dedicación.

La muestra según la fundación : «se plantea de manera diferente a otras anteriores, pues en ella se relacionan corpus elaborados en temporalidades distintas y que en algunos casos nunca se habían visto».


Además, según la propia comisaria, las obras llevan consigo la recreación de la vida en los márgenes y las historias de las personas que se sitúan en la periferia de la sociedad. Es gratificante pasar por la exposición para ver y analizar una fotografía que, según Mapfre, explora un único tema, personas desplazadas tanto migrantes como gitanos o víctimas de conflictos bélicos. Es interesante la naturalidad y objetividad de cómo se han tomado las fotografías en momentos duros de la vida.

El recorrido comienza con la exposición de Sorolla nada más entrar. En dicha sala, se pueden observar 40 obras del pintor, no las más importantes ya que sus pinturas están repartidas por distintas partes del mundo como en el Museo de Sorolla de Madrid, el MET de Nueva York, el Museo D’Orsay de París, la Galería Internacional de Arte Moderno Ca’Pesaro de Venecia o el Museo del Prado. A continuación, en la misma planta y también subiendo a la primera, se pueden encontrar las creaciones de Rosso, con salas llenas de esculturas de mujeres, hombres y niños, además de fotografías y dibujos en negativo, unos bocetos de dibujos a lápiz con líneas marcadas y seguidas que a lo lejos dan impresión de ser «garabatos».

No están todas sus obras, al igual que con Sorolla, se pueden encontrar en distintos lugares como el Museo de Arte Moderno de Nueva York o en la Galleria Nazionale d’Arte Moderna, Roma, entre otros. Y finalmente, en la planta baja, se hallan las imágenes de Pernot, en el comienzo de dicha exposición, hay obras de boxeadores, a continuación imágenes variadas de personas a lo largo del tiempo, más adelante, derrumbamientos de edificios, seguidos de collages de recortes a mano de revistas o periódicos. Al igual que los dos artistas anteriores, sus fotografías están situadas en otras colecciones relevantes como las del Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, el Musée National d’Art Moderne Centre Pompidou, la Maison Européenne de la Photographie, el Musée de l’Élysée o la Fundación” la Caixa”.


Son trabajos pictóricos muy distintos pero que en fondo pretenden conseguir el mismo objetivo, romper con el modelo anterior e instituir una nueva visión o forma de crear que sea captada y entendida por el espectador, en resumen, unos resultados recomendables y dignos de ver.

Datos útiles
● Lugar: Fundación Mapfre de Madrid – Sala de exposiciones
● Dirección: Sala Recoletos. Paseo Recoletos 23, 28004 Madrid
● Web:https://www.fundacionmapfre.org/arte-y-cultura/exposiciones/sala-recoletos/los-
veranos-de-sorolla/

● Fechas: Desde el 22 de septiembre de 2023 hasta el 7 de enero de 2024
● Transporte: cualquier tipo, tanto metro, Renfe en Recoletos como autobús, taxi,
patinete…
● Precio: entrada general 5 €, entrada reducida 3 € y entrada de acceso gratuito. Los lunes es gratuito para todo el público.
● Horarios: Lunes (excepto festivos) de 14:00 a 20:00 h. Martes a sábados de 11:00 a
20:00 h. Domingos y festivos de 11:00 a 19:00 h.